De acuerdo con un estudio, 4 de cada 10 son hombres casados. Testimonios.
Foto: Archivo / EL TIEMPO
Según la investigación, el 48 por ciento de las encuestadas se ha enamorado de un cliente.
Por: ALEJANDRA P. SERRANO GUZMÁN
Entre los miles de clientes que cada mes contratan los servicios de mujeres que se dedican al lucrativo, y para algunos denigrante, negocio de la prostitución se camuflan hombres que dejan de verlas como un mero objeto. Hacen de lado el sexo y se enamoran.
Por más incrédulos que sean algunos sobre el tema, este es un secreto a voces entre ellas –el Distrito no cuenta con un número preciso de mujeres que se dediquen a este oficio–.
En las esquinas de las calles, así como en los prostíbulos, recuerdan las historias de un amor fallido o aún latente. “Sí, el amor aquí existe. Me han traído rosas, chocolates y hasta ropa interior. Unos, sin tocar un solo pelo”, contó Lucía, mientras esperaba a algún cliente que le pagara 30.000 pesos, en una esquina del centro de Bogotá.
Y no es la única que ha tenido esta experiencia. Según el libroSalud, dinero, amor… y maltrato, que aborda los cuatro riesgos de la prostitución y que está a solo un mes de ser publicado, el 22 por ciento de los hombres que las buscan terminan enamorados. Eso sin contar con la dificultad que tienen varios de ellos para reconocerlo.
“Aparece un riesgo afectivo, descubrimos que existe una probabilidad de que se relacionen más allá del vínculo sexual. Las dos partes están en riesgo”, explicó Carolina López Durán, investigadora de la Fundación Ingeniería Jurídica y una de los tres autores del texto.
Lo que no deja de sorprender es que cerca de la mitad de los amorosos (37,8 por ciento) son hombres casados. Esa condición, a la hora de hablar de amor, cuenta. “Uno no puede esperar que lo quieran de verdad si tiene familia. Así, uno llega es a sufrir”, dijo Clara, una jovencita que no cobra menos de 100.000 pesos por cliente.
Riesgo afectivo, latente
Y si los clientes entregan el corazón, ellas también. Según la investigación, el 48 por ciento de las encuestadas se ha enamorado de un cliente.
“En este trabajo el corazón se vuelve hueco y no puedes entregar tus sentimientos fácilmente. Te acostumbras a que te usen y no a que se enamoren, pero a veces piensas que las cosas pueden cambiar y que no todos son iguales”, aclara Sara, que les presta sus servicios a 8 o 10 clientes al día.
En Bogotá, donde hay 12 zonas de alto y mediano impacto, con 341 establecimientos dedicados a la prostitución, así como 7 localidades de menor impacto, donde se ubican 31, según la Secretaría de Integración Social, el riesgo de enamorarse es latente. ¿Por qué?
Para algunas, solo se trata de un embuste. “Yo tengo experiencia en esto. He trabajado en el 7 de Agosto, en el Santa Fe y en Fontibón, y a todas partes han llegado buenas propuestas, traman con todo: ‘tengo casa, finca, te llevo a vivir, no pagas nada…’ ”, recuerda Luna.
La investigadora Carolina López, en cambio, opina que “algunos clientes consideran que son relaciones idealizadas. Mujeres que conversan y se toman un trago contigo. Influye la cercanía”, explicó.
‘Es difícil de creer que alguien te quiera’
Sara*
29 años
“Solo uno de mis clientes se ha enamorado de mí. Tiene 32 años y es administrador de empresas. Cuando voy a su apartamento, me dice que todo es mío, que yo sería la mujer de la casa.
No quiere que siga en esta vida, lo sé, pero no es fácil.
“La primera vez que lo vi estaba en su carro. Me hizo ojitos y yo también, como a un cliente normal. Fuimos a la habitación y en ese momento, obvio, estuvimos. Pero, desde ahí, no más. Desde ese día no me toca. Ya no me usa. Después de que lo hizo la primera vez, empezó a estar pendiente de mí. Todos los días viene y me deja un diario. De eso ya hace ocho meses.
“Dice que si no quiero vivir con él, no importa, que él me mantiene. Pero, para eso, claro, me pide que salga de esta vida.
Todos los días me acuesto pensando en su propuesta.
Me gusta, pero no es fácil confiar en alguien porque puede tenerte unos meses, y ya.
“Es difícil de creer que alguien te quiera. A veces, en las noches, le doy gracias a Dios porque soy bendecida; por lo menos hay un hombre que me mira con otros ojos. Somos novios.
“Cuando me ve, me abraza y me consiente en la calle.
Me dice que así me toquen montones soy su mujer, y es la primera vez que alguien me dice eso.
Yo todavía sueño con tener un esposo y una familia muy bonita y llena de valores, pero tengo miedo”.
* Trabajadora sexual hace 8 años
‘No fue fácil, pero hoy somos una familia’
Pedro
37 años
“Hace 14 años, la que hoy es mi esposa y madre de mis dos hijos se dedicaba a la prostitución. La primera vez tenía puesta una chaqueta negra y un par de sandalias. Era la 1 a. m. Aunque no estaba seguro de lo que hacía, porque ella decía que trabajaba en un almacén, algo me acercaba a la verdad.
“Empecé a invitarla a desayunar y hablábamos como amigos. Fue solo un mes después cuando fue capaz de decirme. Al principio, sin ninguna intención, pensé que podía ayudarla. Después comenzamos a tener relaciones y le propuse que dejara esa vida. Decía que iba a hacerlo más adelante porque aún no había solidez en lo nuestro. Yo, mientras tanto, iba al sitio y la recogía.
“Fue difícil. La gente pensaba que el que fue no deja de ser. Salió de eso, pero una vez intentó recaer. Decirles a ellas que otro trabajo es más valioso, así sea menos remunerado, es como enseñarle a un niño.
“Cuando estaba por desistir, quedó embarazada. Sabía que tenía que rescatarla definitivamente por mi hija.
Y hoy, después de tantos años, puedo decir que sí valió la pena.
‘Salud, dinero, amor… y maltrato’
El análisis que hace el libro sobre los riesgos de la prostitución se basa en las encuestas realizadas a 350 mujeres en esa condición y 350 hombres que las buscan. Sus autores son los investigadores Carolina López, Patricia Mugno e Isaac de León Beltrán. Entre otros, el libro aborda las agresiones de las que son víctimas estas mujeres, así como el efecto de la edad en la tarifa. “Conocimos muchos sitios, el tipo de clientes, el tipo de chicas”, agrega Carolina. Estará a la venta en un mes.
ALEJANDRA P. SERRANO GUZMÁN
Redactora de EL TIEMPO
http://www.eltiempo.com/bogota/clientes-que-se-enamoran-de-prostitutas/14707339